El Presidente de Argentina, Javier Milei, dio marcha atrás de manera transitoria con la reforma del impuesto a la riqueza que el Congreso sancionó en septiembre y que él mismo había votado
El presidente Javier Milei se reunió con los 24 gobernadores en la Casa Rosada para analizar la situación de las provincias en medio de un contexto delicado del país. En este encuentro el mandatario decidió reinstalar el Impuesto a las Ganancias para compensar la caída de la recaudación de los distritos, aunque adelantó que será por un año.
Los gobernadores también aprovecharon el encuentro para exponer sus pedidos y en el caso de Mendoza estuvo focalizado a las retenciones del vino. Pero por más que se intentó avanzar en el pedido no hubo respuestas alentadoras. Aunque, desde Nación confirmaron que será transitorio y se eliminará cuando se pueda.
“Los gobernadores plantearon el problema del desfinanciamiento por la pérdida por la baja del Impuesto a las Ganancias y el IVA. Por lo que el mandatario nacional se comprometió a resolverlo. Se va revertir durante un año en relación al Presupuesto (septiembre a septiembre)”, indicaron fuentes de Presidencia tras el encuentro.
Milei está en contra de regresar a ese tributo, de hecho, votó la baja como diputado, pero entiende la emergencia económica que atraviesan las provincias, deslizaron fuentes de Presidencia.
La baja del Impuesto a las Ganancias fue impulsada meses atrás por el ex candidato presidencial del peronismo, Sergio Massa, y votada en plena campaña electoral por la mayoría de los legisladores que respondían a gobernadores de Unión por la Patria.
Pero sorpresivamente también la iniciativa fue votada por el entonces diputado Milei, rival de Massa en la contienda electoral, quien cuando dio su discurso en el tratamiento del proyecto argumentó que por su ideología liberal-libertaria apoyaría todo lo que implique reducir o eliminar impuestos.
El regreso de Ganancias cerraría definitivamente la puerta a la alternativa que proponían los gobernadores de que la Nación coparticipe lo que recauda por el Impuesto al Cheque para compensarlos, lo que significaba una merma de ingresos para las arcas nacionales. De todos modos, los gobernadores no descartan esta posibilidad.