Se trata de un exefectivo de la fuerza de prevención de Mendoza que en 2003 se escapó de una comisaría y hoy purga una condena por violencia de género
Un exoficial de la Policía de Mendoza, quien purga una condena por violencia de género luego de haber desobedecido una medida cautelar de no acercamiento, fue denunciado recientemente por las estafas que realiza desde el penal donde hace un poco más de un año vive en la provincia cuyana.
El hombre, de nombre Jorge Finnemore, quien había sido condenado en marzo de 2023, por una batería de delitos cometidos contra su expareja, se encontraba en libertad, pero regresó a prisión el año pasado después ser acusado de violar en dos ocasiones la restricción de acercamiento y agredir a la mujer.
A mediados de febrero de ese año, el ex policía Jorge Diego Finnemore Moreno se transformó en uno de los prófugos más buscados de Mendoza, después de fugarse de una comisaría de Dorrego, Guaymallén, donde se encontraba detenido por una causa de violencia de género.
Finnemore era oficial inspector de la Policía de Mendoza. Tiene 44 años y es segundo paso por la cárcel.
Finnemore es un exoficial inspector con más de 20 años de trayectoria en las fuerza policial de Mendoza y actualmente se dedica a estafar desde el penal donde se encuentra detenido.
Lo hace a través de un teléfono celular cuyo número es +54 9 264 477-2805. A los incautos les pide que le depositen el dinero en el siguiente alias: finofinemore.nx.
No sólo los engaña con la presunta venta de objetos como bicicletas, televisores y otros, sino también a través de mensajes que buscan generar empatía y solidaridad.
“Están velando a mi viejo y tengo que pagar parte cocheria ya está depositado pero cobro por ventanilla necesito cancelar acá 10 mil pesos a la mañana cuando vaya banco te transfiero 30 míl por la onda. Te pido mil disculpas”, le escribió a uno de los ingenuos en cuestión, que le confirmó la historia a Diario Mendoza Today. Hay muchos más.
Esto es sólo un botón de muestra. Lo importante es saber quién le permite a este hombre tener un teléfono celular en la cárcel. Y cuántos otros casos similares hay.