El próximo gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, confirmó que fortalecerá su política de seguridad a través de un enfoque en la inteligencia criminal, con el objetivo de asegurar condenas sólidas para delitos como la estafa
A menos de 2 meses de asumir su segunda gestión como gobernador, Alfredo Cornejo aprovechó el acto de entrega de diplomas a los legisladores e intendentes electos para esbozar los lineamientos de su futuro gobierno. También expresó preocupación por la inestabilidad económica nacional, que repercute en las políticas provinciales.
Acompañado por su vicegobernadora, Hebe Casado, Cornejo señaló que uno de los objetivos centrales de su mandato será fortalecer la política de seguridad.
Sin criticar directamente la gestión actual, enfatizó la necesidad de ampliar la labor de Inteligencia Criminal para identificar a presuntos delincuentes y sancionar a quienes se dedican al delito.
“Creo que podemos prevenir mucho más. Nos enfocaremos en combatir el robo de neumáticos y herramientas en zonas rurales, así como en abordar la falta de condenas firmes en casos de estafa. La estafa afecta negativamente el entorno de negocios, y el ciberdelito también genera estafas. Tenemos un conjunto de leyes planeado para el sistema de seguridad y las agencias privadas”, adelantó en una conferencia de prensa improvisada.
Cuando se le preguntó si esta política podría llevar a una mayor necesidad de cárceles en Mendoza, el gobernador electo mencionó que la provincia está inaugurando 1.000 plazas nuevas en su sistema penitenciario. Argumentó que la inversión responde a la premisa de que “la única forma de reducir el delito es privar de libertad a quienes han cometido delitos”.
Cornejo también vinculó el aumento de ciertos delitos al contexto macroeconómico del país y a la economía informal. “Cada delito tiene una motivación económica. La economía sumergida, la devaluación de la moneda y otros factores contribuyen a los robos y delitos”, afirmó.
Al acercarse su regreso al cargo de gobernador, se le consultó sobre si su segunda gestión sería más desafiante que la primera, cuando asumió en 2015. Cornejo señaló que, a diferencia de 2015, ahora recibe un Estado mejor organizado, aunque advirtió que el contexto macroeconómico actual es más complicado, con alta inflación y distorsiones de precios.
Crisis macroeconómica
El sancarlino expresó sus dudas sobre la política económica del nuevo gobierno y destacó la incertidumbre respecto a la moneda nacional. “No sabemos qué moneda tendremos, ya que nuestro peso se devalúa de manera preocupante. No creo que esto se aclare el 19 de noviembre; tendremos que esperar hasta el 10 de diciembre para conocer la política económica del nuevo gobierno”.
Subisidio al transporte
En cuanto a la deuda de la Nación con Mendoza por subsidios al transporte, Cornejo apuntó al líder de su partido, Sergio Massa, quien recientemente visitó la provincia. Señaló que la Nación adeuda a Mendoza $7,200 millones en subsidios, una fracción mínima de lo que se destina en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Cornejo cuestionó la excusa esgrimida por la Nación, que alegó problemas en la rendición de recorridos desde 2012 como motivo del impago de los subsidios y puso en duda que se cumpla la promesa de pago hecha durante la campaña.