El Sur de Mendoza enfrenta cortes de gas críticos que afectan hogares, escuelas e industrias. La falta de infraestructura y la ola polar profundizan el problema
La provincia de Mendoza, particularmente su región Sur, atraviesa una severa crisis de suministro de gas, afectando a estaciones de GNC, industrias y, de manera crítica, a los hogares. La situación descrita por actores del sector energético involucrado, como una “tormenta perfecta”, combina la falta crónica de infraestructura con una demanda elevada producto de la ola polar que azota al país.
Desde el martes por la mañana, todas las estaciones de GNC en el Sur mendocino —que incluye San Rafael y General Alvear— han sido completamente interrumpidas de servicio por tiempo indeterminado por orden de Ecogas.
Qué ocurre con el gas en Mendoza
Ariel Russo, delegado de AMENA (asociación que agrupa a las estaciones de servicio), detalló a medios locales que la interrupción no solo afecta a los vehículos que dependen del Gas Natural Comprimido, GNC, sino que también ha comprometido seriamente el servicio domiciliario, provocando cortes intermitentes y el bloqueo de medidores y reguladores debido a la baja presión en las líneas de gas.
Las bajas temperaturas, que han llegado a los 3 grados bajo cero en el centro de San Rafael y aún más afuera, exacerban la necesidad de calefacción y, por ende, la demanda de gas.
Aseguran que la situación llevó a que las escuelas en el Sur tengan reiterados problemas de calefacción debido a la falta de garantía de suministro, aunque retomaron sus actividades el miércoles. Para las industrias y las estaciones de GNC, las expectativas de reanudación del servicio son bajas para los días inmediatos y proyectan una semana completa sin actividad.
El impacto económico es significativo: las estaciones de GNC estiman una pérdida de entre el 20% y el 30% del volumen de venta general, lo que se traduce en cifras millonarias en un mes clave por el pago de aguinaldos.
Además, los operadores deben seguir afrontando los costos fijos como salarios e impuestos sin ingresos, lo que acentúa el problema económico general del sector. En el Sur de Mendoza, la situación es tan crítica que desde hace años no se puede habilitar ni siquiera una nueva conexión domiciliaria al servicio de gas, ya que las solicitudes son denegadas por la insuficiencia de caudal en el caño existente.
El problema de fondo es la falta de infraestructura adecuada. El ramal que conecta TGN (Transportadora de Gas del Norte) con San Rafael y General Alvear está colapsado y no ha tenido ampliaciones desde principios de los años 80.
Una de las principales soluciones, un gasoducto crucial para el Sur mendocino, se encuentra paralizado con más del 90% de avance desde el cambio de gestión presidencial por falta de envío de fondos por parte de la Nación. A pesar de un fallo de la Justicia Federal que ordena su finalización, la obra permanece inconclusa, dejando a la región en una situación de vulnerabilidad recurrente.
Ariel Russo fue contundente al afirmar: “No tenemos caudal en el caño, como dije, esto se podría solucionar rápidamente en el gasoducto”.
Podría faltar gas en las estaciones de servicio del Gran Mendoza
Si bien la situación se volvió principalmente grave en el Sur mendocino, los factores que provocan los cortes de suministro son de alcance nacional y regional, lo que significa que el Gran Mendoza también podría experimentar o ser susceptible a la falta de gas en sus estaciones de servicio de GNC.
Las razones principales que subyacen a esta potencial escasez son:
- Ola polar y alta demanda nacional: la ola de frío extremo afectó a gran parte del país, lo que provoca un aumento masivo en el consumo residencial de gas para calefacción. El sistema entra en tensión cuando el consumo supera los 85 millones de metros cúbicos diarios, y se ha registrado una demanda de más de 90 millones.
Para garantizar el abastecimiento de los hogares, el Gobierno nacional dispuso cortes a usuarios industriales y estaciones de GNC en diversas regiones, no solo en el Sur mendocino.
- Priorización del consumo domiciliario: la política energética nacional, especialmente en situaciones de crisis por alta demanda, prioriza invariablemente el suministro a los hogares. Esto significa que las industrias son las primeras en sufrir cortes, seguidas por las estaciones de GNC, antes de que se vea afectado el servicio residencial.
En el Sur mendocino, la situación es más drástica, ya que se cortó el servicio a todas las estaciones por igual, a diferencia de otras partes del país donde se cortan primero los contratos “interrumpibles”.
- Problemas en la infraestructura de transporte a nivel nacional: aunque las reservas de gas en Vaca Muerta son vastas y prácticamente “inextinguibles” para el consumo del país, el problema radica en la capacidad de transportarlo desde los centros de producción hasta las ciudades.
La falta de gasoductos adecuados y la antigüedad de la infraestructura existente son un cuello de botella que impide el flujo eficiente del gas, afectando a varias provincias.
- Desperfectos técnicos en yacimientos: se sumaron a la crisis los desperfectos en al menos dos yacimientos de Neuquén, lo que provocó una menor inyección de gas al sistema general.
Esta reducción en la oferta, combinada con la alta demanda, ejerce presión sobre toda la red de distribución.
Aunque el Sur de Mendoza padece una problemática específica y crónica de infraestructura no terminada, el Gran Mendoza puede verse afectado por las mismas medidas de emergencia nacionales que buscan salvaguardar el suministro residencial en épocas de alta demanda invernal y por las limitaciones generales en la capacidad de transporte de gas a lo largo del país.
Perspectivas futuras para el gas en Mendoza
Alejandro Viñolo, propietario de una estación de GNC en General Alvear, se mostró optimista sobre una obra de ampliación que conectará con el gasoducto de GasAndes. Si se concreta a tiempo, esta obra permitiría abastecer a San Rafael y aliviar la situación en Alvear, con la esperanza de que este sea el último invierno con este tipo de inconvenientes.
Sin embargo, esta esperanza convive con la frustración por el gasoducto clave para el Sur que sigue paralizado pese a estar casi terminado.
La incertidumbre sobre el restablecimiento del servicio de GNC persiste, y aunque algunos estiman que los cortes podrían durar entre 24 y 48 horas como en ocasiones anteriores, la situación del Sur mendocino se ha extendido por tiempo indeterminado.
Esta crisis pone de manifiesto la urgencia de inversiones en infraestructura energética para garantizar un suministro estable en todo el territorio provincial y nacional.