El precandidato a gobernador de Mendoza cuestionó el mentado anuncio del dólar agro de Sergio Massa dentro del cual están incluidas las economías regionales donde quedó considerada la vitivinicultura. Marcó la alta inflación, ausencia de tratados de libre comercio, retenciones y restricciones a las importaciones
La industria del vino argentino podría estar enfrentando uno de sus peores años luego de las heladas, el granizo y las piedras precipitadas en los últimos meses, no observando herramientas de asistencia desde el Gobierno Nacional que el miércoles anunció el dólar agro, según el precandidato a gobernador de Mendoza, Luis Petri.
El nuevo tipo de cambio, que entrará en vigencia desde el próximo lunes, 10 días después de lo anunciado oficialmente por el presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura, INV, Martín Hinojosa, contempla ayuda para las economías regionales donde está considerada la vitivinicultura que viene siendo blanco de promesas del ministro de Economía, Sergio Massa, y que ahora deberá tratar de vender al exterior con un dólar fijo a 300 pesos con disposiciones de imposible cumplimiento como es la del ingreso de vinos de exportación al Programa de Precios Justos.
Según Petri, “el anuncio del Gobierno Nacional es inaplicable”, lanzó al conocer detalles del nuevo dólar vino que en Mendoza, y en el resto de las provincias vitivinícolas, está ajustado al promocionado dólar agro que tiene como principal objetivo a la soja para captar divisas estadounidenses con las cuales poder fortalecer a las reservas del Banco Central de la República Argentina, BCRA.
Para el mendocino el anuncio, “lo único que demuestra es el desconocimiento que tienen respecto del funcionamiento de la vitivinicultura y de las economías regionales”, dijo.
Y detalló: “La ignorancia del Gobierno explica porque cayeron las exportaciones de vinos en el 2022. En valores, las exportaciones de vinos ese año cayeron 8%, a U$S 825,5 millones. En fraccionados, la baja fue del 6,6%, a U$S 768,6 millones. En 2021, se había logrado el récord de U$S 822,6 millones. En granel, la caída fue del 23,4%, a U$S 57,3 millones”.
“El anuncio es una cáscara vacía, que lejos de tranquilizar, preocupa y agrava la situación. Son improvisados, haciendo parches y remiendos a la economía que terminan ahorcando a la producción vitivinícola por el atraso cambiario, las retenciones, las restricciones a las importaciones, la altísima inflación y la ausencia de tratados de libre comercio. Van a los ponchazos y están chocando la industria vitivinícola. Es verdad que para muchos un dólar a 300 pesos es mejor tenerlo que no tenerlo pero está atado a variables que son efímeras, considerando el alto costo de la inflación y los tiempos de las exportaciones de vinos que no son los mismos que los de la industria de la soja”, amplió.
El análisis lo realizó luego de la visita que realizó a Bodegas y Viñedos los Haroldos con cuyos dirigentes coincidió en que “Mendoza hoy podría volar si tuviera las obras de infraestructura que no ha tenido y que necesita el sector vitivinícola, como así también el resto de la producción agropecuaria, por ejemplo, con la construcción de nuevos embalses y canales”. Petri asistió al establecimiento vitivinícola en San Martín junto al médico Fabián Ferro, precandidato a intendente del departamento del Este e integrante de la lista con la que el abogado pretende suceder al actual gobernador, Rodolfo Suarez.
“En principio, la herramienta para la liquidación de divisas estadounidenses a través de operaciones de comercio exterior con vino argentino no contiene en nada al sector que hace tiempo viene solicitando medidas al Gobierno Nacional, entre ellas, la eliminación de las retenciones a las exportaciones que tanto los afectan como la alta inflación, ausencia de tratados de libre comercio, restricciones a las importaciones y una merma en la cosecha 2023 que estaría superando un 40 por ciento”, analizó el mendocino del Frente Cambia Mendoza.
Según el precandidato a gobernador de Mendoza, “ahora, con la autorización oficial de una cotización de unos 300 pesos por dólar, cuando la cotización del blue está por encima de los 380 pesos y durante un lapso de unos 150 días, la ecuación no les está cerrando a los vitivinícolas que demandan un plazo de vigencia mayor debido a los tiempos que ocupan los cierres de negociaciones en el plano internacional”, reflexionó.
“Un bodeguero debe primero contactar a un interesado en el mercado exterior, acordar una visita para acercar una muestra para que puedan probarla, luego ajustar algunos requerimientos en cuanto a información en la etiqueta y contraetiqueta que requieran los Estados nacionales de destino, confirmar los volúmenes requeridos con la necesaria logística que asegure continuidad en los despachos, entre otros asuntos, lo que conllevará más de tres meses de negociaciones superando la vigencia de la nueva disposición nacional”, detalló.
Según lo ventilado oficialmente la primera etapa del programa abarcará solamente al complejo sojero, con un dólar de 300 pesos, que se pondrá en marcha desde el próximo lunes y que estará vigente hasta el 31 de mayo, esperándose que se comercialicen unos 8 millones de toneladas, “no habiendo hasta el momento consideraciones de proyecciones para la vitivinicultura. En ese lapso se negociarían unos 3.500 millones de dólares al año”, manifestó Petri.