El gobernador Rodolfo Suarez, quien describió los ajustes en el impuesto a las Ganancias como oportunismo y maniobras electorales, expresó su descontento adicional al argumentar que esta reforma atenta contra el principio del federalismo, dado que dicho impuesto se distribuye entre las jurisdicciones
Bajo el argumento de que las contribuciones fiscales son de carácter intangible y que cualquier modificación debería contar con el previo consentimiento de las provincias, el gobernador Rodolfo Suarez lanzó una fuerte crítica hacia la reciente reforma del impuesto a las Ganancias que fue aprobada en el Senado este jueves.
El mandatario, quien próximamente asumirá una banca como senador nacional en lugar de Alfredo Cornejo, adoptó una postura crítica y se expresó a través de un extenso hilo de Twitter para explicar por qué esta alteración impositiva, que afecta a un tributo compartido, perjudica los ingresos de las provincias y debería haber sido el resultado de un debate consensuado con todas las jurisdicciones.
Suarez, apenas horas después de la aprobación de la reforma el jueves por la noche, la calificó como “inconstitucional, oportunista, electoralista y regresiva”. Luego, en la mañana del viernes, dedicó más tiempo en sus redes sociales para argumentar en contra de esta medida, enfatizando cómo socava el principio del federalismo fiscal y vulnera las autonomías provinciales.
El descontento del Gobierno de Mendoza con respecto a la reforma del impuesto a las Ganancias no se limita únicamente al perjuicio económico estimado en alrededor de $42.000 millones anuales, lo que equivale a un mes y medio de salarios de los empleados estatales. También destaca la falta de claridad por parte de la Nación en cuanto a cómo planea compensar esta significativa reducción de recursos que dejará de enviar a las provincias.
Por su parte, Víctor Fayad, ministro de Hacienda de Mendoza, subrayó que esta situación perjudica seriamente a la provincia, ya que implica una pérdida de $3.500 millones al mes, equivalente al 11% de los gastos en salarios del sector público. Además, señaló que la reforma afecta el 15% de los ingresos que la provincia recauda por concepto de Ingresos Brutos.
En septiembre, el impuesto a las Ganancias sobre los asalariados generó una recaudación a nivel nacional de $180.000 millones. De ese monto, el 54%, es decir, unos $94.000 millones, se distribuye entre las provincias, y a Mendoza le corresponde un 4.3%, lo que equivale a $3.500 millones. Si se proyecta esta cifra anualmente, la provincia dejará de percibir $45.000 millones en un año, cantidad equivalente a un mes y medio de los sueldos de los empleados públicos, a quienes el Gobierno destina mensualmente alrededor de $30.000 millones.
Además, de manera paralela a la sesión del Senado en la que se debatió la reforma del impuesto a las Ganancias, se llevó a cabo una reunión del Consejo Federal de Inversión (CFI), en la que participaron la mayoría de los ministros de Hacienda de las provincias, incluyendo a Víctor Fayad de Mendoza. Durante este encuentro, se discutió la preocupación compartida sobre cómo afectará la reforma a las finanzas provinciales y cómo se planea compensar esta pérdida de recursos, incluyendo la devolución del IVA que también incide en las provincias.