La DGE confirmó que hay una denuncia radicada por un presunto abuso dentro del establecimiento. Padres y madres reclaman medidas urgentes y aseguran que existen otros conflictos graves en la institución. No se suspendieron las clases.
La comunidad educativa de la escuela Abraham Lemos, ubicada en Los Corralitos, Guaymallén, atraviesa horas de profunda preocupación. Según informaron familias de estudiantes, se radicó una denuncia por un presunto abuso que habría ocurrido dentro del establecimiento, junto con otros problemas que vienen siendo señalados desde hace tiempo.
Desde la Dirección General de Escuelas (DGE) confirmaron que existe una denuncia formal y que se activaron los protocolos correspondientes, aunque aclararon que las clases no han sido suspendidas.
La denuncia y el inicio de las actuaciones
La situación se desencadenó luego de que una alumna faltara a clases jueves y viernes. Su familia denunció que habría sido abusada por un obrero que realizaba tareas en una obra dentro del establecimiento. Ante esta presentación, la DGE informó que se iniciaron investigaciones internas y se dio intervención a la Justicia.
La causa quedó en manos del Ministerio Público Fiscal, que avanzará con las averiguaciones para determinar qué ocurrió.
Reclamos, tensión y nuevos episodios dentro de la comunidad
La preocupación de las familias se intensificó durante la mañana de este lunes. Afuera de la escuela, un grupo de padres y madres cortó la calle en señal de protesta y exigió respuestas inmediatas a las autoridades.
En paralelo, en los grupos de comunicación de la comunidad escolar circularon mensajes que mencionan “otros problemas graves” que, según sostienen, vienen afectando a la institución desde hace tiempo.
Incluso se registró un episodio de agresión: familiares de alumnos atacaron a dos docentes durante una discusión en el ingreso al establecimiento, lo que generó aún más tensión y requirió intervención para contener la situación.
Una escuela con 800 estudiantes y una comunidad impactada
La escuela Abraham Lemos cuenta con una matrícula cercana a los 800 niños y niñas de nivel primario. La dimensión del establecimiento y la gravedad de las denuncias han generado una alarma generalizada entre las familias.
Padres y madres exigen una investigación completa y medidas de protección para los estudiantes mientras avanzan las actuaciones administrativas y judiciales.