El presidente argentino, Javier Milei, y el magnate Elon Musk, se reunieron en Nueva York bajo estrictas medidas de seguridad. En la reunión, que duró dos horas, discutieron temas clave sobre la estabilización económica y proyectos conjuntos
En medio de un contexto de máxima discreción y fuertes medidas de seguridad, el presidente, Javier Milei y el empresario multimillonario Elon Musk, dueño de Tesla y SpaceX, se encontraron por tercera vez en los Estados Unidos. El encuentro se realizó en el exclusivo hotel The Langham en Nueva York, y se extendió durante dos horas, tiempo en el que ambos líderes abordaron temas cruciales para la economía argentina y su visión compartida sobre tecnología y crecimiento.
Para evitar la atención mediática, Milei y Musk accedieron al hotel por una entrada reservada, esquivando la entrada principal, en un movimiento coordinado con los equipos de seguridad de ambos. Este encuentro no solo reafirma la cercanía ideológica entre ambos, sino que también marca el interés del gobierno argentino en avanzar con políticas económicas de corte liberal, alineadas con la visión empresarial de Musk.
Entre los asistentes a la reunión también se encontraban Karina Milei, secretaria General de Presidencia, el ministro de Economía Luis Caputo, y el embajador argentino en los Estados Unidos, Gerardo Werthein. Según allegados al gobierno, el foco de la conversación giró en torno a la Ley Bases y las estrategias para controlar la inflación en Argentina, además de explicar las últimas medidas monetarias impulsadas por el Ministerio de Economía y el Banco Central.
Un vínculo que se consolida
El primer encuentro entre Milei y Musk tuvo lugar en abril de este año en la planta de Tesla en Austin, Texas. Fue allí donde ambos consolidaron una “química inmediata” y reforzaron su sintonía personal e ideológica. Musk, conocido por su defensa de las políticas de libre mercado, elogió repetidamente las propuestas de Milei durante su campaña presidencial, especialmente aquellas orientadas a la reducción del rol estatal y la apertura de la economía.
En esa ocasión, el presidente argentino y el magnate acordaron la organización de un evento en Argentina para debatir sobre tecnología e innovación económica, marcando el inicio de una relación que ahora se fortalece con este tercer encuentro.
Un segundo cara a cara tuvo lugar un mes después en Los Ángeles, en el marco de una cumbre global de inversores, donde Milei fue el orador principal. “Gran encuentro con el presidente Milei”, escribió Musk en sus redes sociales tras aquella reunión, consolidando su apoyo público a las reformas económicas del mandatario argentino.
Milei en Wall Street: un guiño a los inversores
Antes de su reunión con Musk, Milei tuvo otro momento destacado en su agenda. Durante su visita a la Bolsa de Nueva York (NYSE), el presidente argentino fue invitado a tocar la campana de apertura de la sesión bursátil, un honor reservado para figuras destacadas en la economía global. La NYSE extendió esta invitación a Milei en el marco de su participación en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Acompañado por figuras clave de su gabinete, como la canciller Diana Mondino y la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, Milei dio un discurso en el auditorio de la Bolsa, donde detalló la difícil situación económica que heredó y las reformas que ya ha comenzado a implementar. “No estoy dispuesto a sacrificar el déficit fiscal”, afirmó, al tiempo que describió la crisis financiera que amenaza al país y los planes para revertirla.
Milei concluyó su intervención refiriéndose a las restricciones cambiarias, “El cepo lo vamos a liberar cuando la tasa de inflación sea cero”, sentenció, apuntando a un objetivo claro para la estabilización macroeconómica de Argentina.
Con esta nueva reunión, Milei refuerza su estrategia de internacionalizar la economía argentina, con la mirada puesta en las oportunidades que brinda el apoyo de figuras de peso como Elon Musk. El futuro de la relación entre ambos promete nuevas sorpresas para el escenario global y para la Argentina en particular.