El radicalismo definirá su nueva conducción en un plenario clave en Buenos Aires. Cornejo mueve sus fichas para impulsar a Pamela Verasay, mientras que Gustavo Valdés asoma como el candidato mejor posicionado. El final del liderazgo de Martín Lousteau reconfigura el mapa interno.
El radicalismo nacional se prepara para un plenario decisivo el 12 de diciembre, donde se renovará la conducción del Comité Nacional y se definirá quién reemplazará a Martín Lousteau, cuyo ciclo llega a su fin marcado por el aislamiento interno y las tensiones con la Casa Rosada. La disputa expone el choque entre los sectores que orbitan alrededor de Lousteau y el espacio que lidera Alfredo Cornejo, que en las últimas horas dejó trascender su intención de impulsar a Pamela Verasay para presidir el partido.
¿Por qué termina debilitado el liderazgo de Martín Lousteau en la UCR?
La gestión de Lousteau concluye atravesada por crecientes diferencias internas. Su postura crítica hacia el Gobierno nacional, especialmente frente a Javier Milei, lo dejó aislado incluso dentro de su propio partido. El rechazo a la Ley Bases, cuando la mayoría del bloque acompañó, profundizó su distanciamiento.
Además, su mandato coincidió con la fragmentación del bloque en Diputados: sectores afines a Rodrigo de Loredo, otros nucleados en Democracia para Siempre y un tercer grupo que terminó aliado a La Libertad Avanza. Con ese mapa dividido y su proyección nacional enfocada en Provincias Unidas, Lousteau optó por no buscar la reelección.
¿Qué rol juega Alfredo Cornejo y por qué impulsa a Pamela Verasay?
Cornejo, uno de los críticos más consistentes del liderazgo de Lousteau, busca sostener influencia en la nueva etapa del partido, aunque él mismo no competiría por la presidencia del Comité Nacional para no descuidar su rol como gobernador.
En ese marco, su sector analiza promover a Pamela Verasay, senadora mendocina y dirigente de confianza, como candidata a presidir la UCR. El objetivo es garantizar presencia en la mesa de decisiones y evitar que la conducción quede en manos de sectores adversos.
¿Por qué Gustavo Valdés aparece como el favorito para presidir el partido?
El gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, es el nombre que hoy reúne mayor consenso. Su reciente triunfo electoral, logrado sin acuerdos subordinados con La Libertad Avanza, lo posiciona como un dirigente con legitimidad renovada dentro del partido.
Valdés integra Provincias Unidas junto a Maximiliano Pullaro y Carlos Sadir, pero fue el único que logró imponerse en su distrito, lo que fortalece su perfil nacional. Cerca suyo advierten que están listos para frenar cualquier intento de Cornejo de competir directamente.
¿Quiénes quedan relegados en la disputa interna?
La candidatura del bonaerense Maximiliano Abad aparece debilitada por la crisis del radicalismo en su provincia, que se quedó sin representación legislativa. También circuló el nombre de Mario Negri, pero su entorno descartó la posibilidad: no es delegado del partido.
¿Cómo influye la situación en el Congreso en esta disputa?
La UCR se redujo a una docena de diputados y necesita reunificar sus bloques para recuperar peso legislativo. La condición es que la nueva conducción no represente “extremos” internos.
Si bien la salida de Lousteau despeja una parte del camino, el foco está puesto en el movimiento del cornejismo. Delegados cercanos a Evolución Radical advierten que una conducción encabezada por Verasay podría tensionar la reunificación parlamentaria.
¿Qué está en juego para el futuro de la UCR?
El plenario del 12 de diciembre marcará un cambio de época. Los nombres en danza representan una línea más pragmática frente al Gobierno nacional, alejándose de la confrontación abierta que caracterizó el ciclo de Lousteau.
La disputa entre Cornejo y Valdés no solo define quién conducirá el partido, sino también la orientación política del radicalismo en un contexto nacional dominado por la influencia de Javier Milei.