La candidata a diputada nacional por Protectora Fuerza Política advirtió que en la UCR y en el PJ predomina una disputa interna por el próximo ciclo político. En ese tablero se cruza su competencia con Luis Petri, hoy ministro de Defensa y postulante por La Libertad Avanza, cuyo crecimiento —afirmó— sectores radicales buscan limitar.
Carolina Jacky planteó, en un reciente video subido a su cuenta de YouTube que el componente dominante de esta elección en Mendoza no es programático ni ideológico, sino táctico: la dirigencia se mueve en clave de preservación de poder interno para la próxima disputa provincial.
Según su lectura, la campaña real se libra puertas adentro de los partidos tradicionales, con decisiones orientadas a condicionar el peso electoral de ciertos nombres para no llegar débiles al armado de 2027.
En el caso de la Unión Cívica Radical, UCR, Jacky identificó maniobras orientadas a contener el voto que podría captar Luis Petri —exdirigente radical, hoy ministro de Defensa y candidato a diputado nacional por La Libertad Avanza— para evitar que un buen desempeño lo convierta en un actor con poder de negociación futuro dentro del mismo ecosistema político del que se fue. Esa contención, sostiene, “no se expresa públicamente pero sí en la dosificación real del esfuerzo de campaña“.
La abogada y candidata por Mendoza, señala que esa lógica espejo también aparece dentro del justicialismo, donde un sector opera para que el candidato nacional del propio espacio no capitalice una ventaja que altere el equilibrio interno rumbo a la próxima etapa. El resultado es un tablero en el que dos fuerzas históricas compiten nominalmente hacia afuera, pero se neutralizan hacia adentro para no alimentar liderazgos que puedan desplazarlas en la carrera larga.
En síntesis, Jacky interpreta la elección como un episodio de precalentamiento de las elecciones 2027: lo que está en juego no es tanto la definición de esta lista, sino quién llega con capital político suficiente a la siguiente mesa de negociación. El ciudadano, concluye, “queda subsumido en un juego de anticipación donde el voto es insumo instrumental de una interna adelantada“.