En la provincia de Mendoza se encendió una alerta ante el aumento de la mortalidad infantil considerando diversos factores como la pobreza, la falta de educación y el problema en el acceso a alimentos nutritivos para las embarazadas
Las últimas cifras sobre mortalidad infantil pusieron en alerta a las autoridades sanitarias de la provincia frente a un escenario complejo. Si bien se trató de un aumento leve, admiten que si se toman diferentes recomendaciones, podrían volver a bajar los números.
La licenciada Cecilia Llaver, quien es decana de la Facultad de Ciencias de Nutrición de la Universidad Maza, analizó: “Hay varios factores que influyen y que favorecen que haya aumentado la mortalidad infantil, como es la pobreza, la indigencia, la falta de educación, la falta de acceso a alimentos que tengan buena calidad nutricional, para que esas embarazadas puedan llevar a cabo un embarazo óptimo y pudiendo brindar todos los nutrientes críticos que el bebé necesita durante la etapa de la gestación. Entonces, esto, más allá de todas las cuestiones médicas o patologías que pueda tener la mamá durante el embarazo, como desarrollar una hipertensión, una diabetes gestacional, hay que tener en cuenta que también la nutrición es clave”.
“Los primeros mil días críticos de la vida son los que tenemos que defender y a los que tendrían que apuntar todas las políticas públicas. Lo que no hagamos en estos primeros mil días de la vida, luego va a ser irreversible. Por eso es tan importante la nutrición, la contención, el apoyo y el acompañamiento de una mujer embarazada, sobre todo vulnerable, que vive en la pobreza, que no tiene acceso a la salud”, explicó la profesional.
Llaver también hizo hincapié en las diferencias que hay entre comer y nutrirse: “Comer, uno come porque tiene hambre, para saciar una necesidad orgánica, y nutrirse es el saber comer, el saber alimentarse y que esos alimentos aporten los nutrientes que se necesitan en cada etapa de la vida, que no es lo mismo el de una embarazada, a un adulto mayor, a un hombre deportista, a una mujer, por eso la nutrición es tan importante. Sería tan importante que haya educación nutricional en todos los estamentos educativos y que se puede incorporar desde chico”.
“Cuando es un embarazo que es deseado, lo ideal es que la mujer tome de manera previa ácido fólico para asegurarse que no le falte esta vitamina, la B9. Si en el organismo se encuentra en suficiente cantidad, va a estar presente cuando se produce el cierre del tubo neural, que es cuando se forma el cerebro y la columna, y podemos evitar algunas malformaciones como el labio leporino, la espina bífida que produce parálisis infantil”, aclaró.
La especialista también se refirió a los riesgos que se pueden correr en aquellas madres fumadoras: ”Esto puede llegar a producir un riesgo, que se produzca un embarazo con riesgo nutricional, el consumo de drogas, de alcohol y riesgo nutricional, estamos hablando que el feto tenga un retardo de crecimiento intrauterino, que nazca prematuro, con muy bajo peso, que eso implique que ese bebé tenga que estar internado varias semanas en neonatología, que le cueste su recuperación y que pueda llegar a quedar con secuelas”.