El viernes por la tarde el equipo del Centro de Empleados de Comercio (CEC) y Atlético Palmira protagonizaron un escándalo por un partido de la Liga. El Tribunal de disciplina sancionó a 23 futbolistas
Lo que parecía ser una jornada de fútbol más en el campeonato mendocino terminó en escándalo. El viernes pasado, en el cruce entre el primer equipo del Club Empleados de Comercio y Atlético Palmira por la fecha 17 del Torneo Anual de la Liga Mendocina, el partido terminó en caos tras un final cargado de tensión y violencia.
La chispa se encendió en el minuto 100, cuando Palmira logró un empate agónico gracias a Lucas Navarrete. El CEC había dominado hasta entonces, pero el empate en la última jugada desató la furia. Para empeorar el clima, el técnico mercantil, Lucas González, fue expulsado justo después del gol. Ese cóctel de emociones explotó en el campo: empujones, gritos, corridas… y pronto la pelea se trasladó fuera del césped.
No solo fueron los jugadores los que se vieron envueltos en el incidente. Las imágenes captadas en el lugar muestran cómo miembros de los cuerpos técnicos, dirigentes, personas allegadas a los clubes e incluso algunos hinchas se sumaron a la gresca, generando un escándalo que empañó la jornada.
Entre los afectados, se confirmó que Facundo Villegas, preparador físico de Palmira, sufrió una herida en la cabeza. Tuvo que ser trasladado a un hospital cercano, donde recibió atención médica y tres puntos de sutura.
La Liga Mendocina no tardó en responder: el Tribunal de Penas aplicó sanciones preventivas a casi todo el plantel. Fueron suspendidos de forma provisoria 12 jugadores del CEC y 11 de Palmira, junto con sus respectivos entrenadores y asistentes. Además fue suspendida la cancha del CEC.
El comunicado de Palmira
Por esa razón desde el Jarillero publicaron un comunicado en sus redes sociales explicando que no se presentarán a jugar el partido ante Godoy Cruz, que se disputaría este lunes.