Por CAROLINA JACKY / El Poder Judicial de Mendoza se ha ido contaminando, día a día de más y más política partidaria y menos Justicia.
En los últimos tiempos el Poder Judicial ha sido atravesado por la política partidaria, corrompiendo a una parte importante de ese Poder.
Quienes intentan evitar caer en esto son señalados como “no confiables” y son colocados en la mira para no ascender o para ser empujados a un retiro anticipado.
Los carpetazos, algo común en la política partidaria se traslado al Poder Judicial, y desde el Poder Ejecutivo se bajan instrucciones para disciplinar a Magistrados, Jueces o Fiscales, como también otros empleados.
Quien no obedece o no cumple con los deseos del “administrador” debe soportar la discriminación y malos tratos que le llegan por orden del Ejecutivo.
El avance de estas prácticas han llegado hasta las asociaciones de profesionales, que coptadas por el Poder Ejecutivo, actúan según las directrices que reciben, haciendo recaer el peso de sus Tribunales de Ética o Disciplina sobre aquel o aquellos asociados que se revelan contra el Poder.
Con una Corte que responde mayoritariamente a ese Poder Ejecutivo y ante ejemplos de disciplinamiento y uso del poder, día a día muchos se doblegan ante la injusticia de un poder corrupto.
Hemos visto y escuchado como se designan los jueces, ante escandalosos audios y denuncias de este estado de descomposición de la justicia, nada ha sucedido, parece que todo seguirá igual, y que el Poder Ejecutivo no se detendrá en su coptación del Poder Judicial.
Mientras esto sucede, muchos son los que pierden derechos y garantías, muchos y muchas que no pueden lograr ser escuchados en la justicia.
Nos asombramos de sentencias sin perspectiva respecto a las víctimas, sin cumplir con los Tratados Internacionales, sentencias que la gente ve injustas, pero que nada puede hacer, y lo que es peor, cada día encuentra menos auxiliares de la justicia que se atrevan a denunciar esto y perseguir una verdadera justicia.
También hay muchos tibios, muchos que levantan la voz, pero incapaces de seguir hasta el final, rindiéndose en la comodidad del “no te metas”.
La política partidaria a infectado al Poder Judicial de Mendoza, difícil hablar de que tengamos una justicia independiente y menos una real división de poderes.
Muchos hablaron y denunciaron hechos durante la campaña electoral, hoy han desaparecido… donde están esos valientes?
Todo hace pensar que los que se callaron están negociando como reparar su situación, olvidándose de la gente.
Una triste realidad que vivimos en esta Provincia de Mendoza.